Decorar con brillo: una casa resplandeciente
Como el magnetismo de un diamante al contemplarlo, decorar con brillo hipnotiza y ha cautivado a interioristas y diseñadores. De su mano los ambientes contemporáneos se vuelven resplandecientes, extra luminosos y algo líquidos. Muebles relucientes, accesorios brillantes… y el no va más: encimeras para cocina que parecen espejos. Hay algo sublime en las virtudes estéticas de este recurso.
Cocinas con encimeras de imagen cristalina
Un look sofisticado y sutilmente glamuroso se apodera de las viviendas contemporáneas al decorar con brillo sus espacios, como un guiño a su status en el diseño de interiores desde hace siglos. En las cocinas la manera más innovadora de conseguir dicho efecto ha llegado con encimeras porcelánicas pulidas como las que ha lanzado al mercado Techlam® Top de Levantina. Al igual que las piedras preciosas, la belleza de estos modelos reside en su apariencia pura y translúcida porque lucen superficies casi cristalinas por el elevado efecto espejo de sus acabados. Son encimeras que hipnotizan con diseños de plena tendencia, evocando la piedra natural y al mármol en sus vetas y matices cromáticos mediante la fuerza arrebatadora del brillo como sello de identidad.
En tonos blancos veteados, negro o gris, estas piezas resplandecientes reclaman un lugar estelar, ser admiradas y exhibidas sin miramientos. Son mucho más que islas y elementos de trabajo para cocinas abiertas cosmopolitas. Las encimeras porcelánicas pulidas Marvel Gold, Concerto y Ferox traspasan su papel funcional y propician ambientes sublimes con un lujo minimalista que derrocha sensualidad: sus caras parecen láminas líquidas que evocan la pureza del agua.
Sin duda son un valioso aliado para afianzar la tendencia de decorar con brillo en las cocinas contemporáneas equipándolas con materiales y superficies de idéntica cualidad. Entre ellos el acabado oro pulido y los metalizados brillantes, perfectos para exhibir en accesorios, luminarias y muebles auxiliares.

La conquista sobre muebles y paredes
Decorar con brillo ha vuelto a seducir al mundo del interiorismo y la arquitectura, y sobre todo acompañado del dorado como su más fiel amigo. A lo largo de la historia siempre estuvieron ahí, un buen número de civilizaciones y culturas hicieron gala de su empleo como símbolo de riqueza y ostentación. Desde griegos a faraones egipcios ya mostraron su atracción por los decorados y objetos relucientes en dicho color. Y a lo largo de periodos históricos posteriores como la Edad Media se descubrió el uso de acabados extremadamente brillantes y empezaron a verse metales resplandecientes en el mundo de la decoración y la fabricación de muebles, como por ejemplo la irrupción del latón.
Desde hace unos años interioristas y prestigiosos diseñadores de mobiliario no dejan de sugerir proyectos decorativos y creaciones para firmas reputadas que son un guiño a este efecto, pero en clave cien por cien contemporánea. Ahora decorar con brillo implica añadir nobleza y lujo a los espacios domésticos sin que pierdan un ápice de modernidad y simpleza formal. Y con otras dos importantes novedades: su puesta en escena se ha extendido a otras habitaciones y se luce sobre ciertos complementos de la casa inusuales, como cuberterías de imagen irisada y floreros de diseño.
Junto al salón y el comedor, el baño y la cocina se han convertido en lugares idóneos donde exhibir piezas y elementos relucientes muy modernos en los que casi es posible mirarse y buscan ser foco de atención. Desde mesas circulares que recuerdan a piedras preciosas talladas, a sillas de comedor de aluminio pulido… o la colección Bisel de mesas y consolas de capas de vidrio, diseñadas por Patricia Urquiola y que destacan por su acabado ultra brillante. Auténticas joyas de mobiliario para interiores de hoy. Incluso ha reaparecido el efecto lacado, originario de Oriente, sobre paredes lisas para teñirlas de reflejos e intensas tonalidades como un recurso estético sumamente chic y sofisticado. Un elegante acabado difícil de superar por su elevado magnetismo visual.

El secreto de su poder de seducción
Son muchos los adeptos a decorar con brillo por la fascinación que despiertan los objetos y superficies con semejante efecto en el ser humano en general, la mayoría de las veces asociada inevitablemente al concepto de riqueza. Su belleza innata, similar a la de los minerales y piedras preciosas, puede llegar a ser una auténtica debilidad para convertirlos en los protagonistas de los interiores domésticos actuales. Sin embargo, existen otras razones por las cuales la estética del brillo atrae, más allá del contexto decorativo. Entre ellas su capacidad fisiológica para conectarnos vitalmente con el agua que necesitamos para vivir. Así se desprende de las conclusiones de un estudio científico realizado por un equipo de investigadores europeos en el que se trabajó el comportamiento de cerca de un centenar de personas. Éstas corroboraron que el cerebro humano relaciona la visión de objetos brillantes con agua y líquidos, esenciales en la vida.
Así pues, decorar con brillo no es sinónimo de belleza sin más para crear interiores que tienen algo de mágicos. También puede interpretarse como una atractiva manera de permanecer en contacto en las viviendas actuales con todo lo primario y esencial para quien habita en ellas. Esta generación de muebles deslumbrantes y encimeras porcelánicas pulidas está dispuesta a crear un nuevo lenguaje estético, lujoso pero muy humano a la vez.
