Descubre las encimeras resistentes a las bacterias
¿Cómo son las encimeras resistentes a las bacterias? ¿Por qué pueden mantener las zonas más sensibles de las cocinas actuales con el alto nivel de higiene y desinfección que necesitamos? Son materiales saludables gracias a sus propiedades bacteriostáticas intrínsecas. Como las de granito y cuarcita de Naturamia®. ¡Te contamos sus secretos!
1º – Libres de bacterias para (casi) siempre

Hoy, más que nunca, necesitamos encimeras resistentes a las bacterias. Con la nueva normalidad de nuestras vidas, contar con un entorno cien por cien saludable en las cocinas domésticas se ha convertido en una prioridad. Y de la misma forma en el mundo de la restauración donde los niveles de exigencia de limpieza y desinfección en las superficies de trabajo son aún mayores.
Todos queremos rodearnos de materiales que garanticen esta necesidad imperante ante una realidad donde los protocolos de higiene se han vuelto mucho más estrictos para combatir toda clase de gérmenes. Las encimeras resistentes a las bacterias gracias a la tecnología aplicada en su proceso de fabricación son clave para cocinar con tales garantías.

Así son las encimeras de granito y cuarcita de la colección Naturamia®: sus características bacteriostáticas son únicas y perduran en el tiempo. Tanto en las cocinas domésticas como en las profesionales, solo tendremos que preocuparnos de un mantenimiento específico para continuar beneficiándonos de tales propiedades. Si es el recomendado por el fabricante, su garantía es de 10 años.
La razón científica se encuentra en las resinas resistentes a las bacterias utilizadas en los procesos de reforzado y cristalizado durante la fabricación de estas encimeras. Éstas han sido desarrolladas específicamente para tal fin incluyendo nanopartículas de iones de plata -capaces de generar un entorno hostil a la proliferación de bacterias- y aditivos específicos. Una combinación tecnológica capaz de conceder a estas piedras naturales unas cualidades bacteriostáticas solo existentes en ellas.
El proceso de cristalización refuerza semejante barrera en estas encimeras para cocinas, pues elimina de la superficie natural cualquier poro o microfisura que pudiese facilitar el desarrollo de microorganismos.
2º – Con acabados finales intactos estéticamente

Apostar por encimeras resistentes a las bacterias sin que su aspecto se vea alterado. A nadie nos gusta renunciar al atractivo acabado final de estas superficies una vez colocadas en nuestras cocinas modernas, por muy higiénicas que sean. Así sucede en los granitos y cuarcitas de Naturamia®: no se aprecia rastro alguno de esta resina a nivel superficie.
Lo cierto es que su huella desaparece en el proceso final de fabricación, solo queda internamente, y por tanto, se elimina de la superficie cualquier resto artificial dejando a la vista solo la piedra natural. Podremos decantarnos por encimeras de acabado pulido, con dibujos y texturas resplandecientes, o si preferimos más personales aún, de tacto mate. Sus propiedades bacteriostáticas están ahí pero no se ven.
3º – Un contacto diario con los alimentos sin riesgos
El día a día en cualquier cocina es la prueba de fuego de las mejores encimeras. El momento de demostrar que sus superficies son saludables y actúan como auténticas barreras infranqueables tras haber permanecido en contacto directo con alimentos frescos que son fuente de gérmenes. Y también con nuestras manos para su manipulado al preparar las comidas.

En el caso de las encimeras resistentes a las bacterias de Naturamia®, una cadena de tratamientos industriales se encarga de garantizar y reforzar sus propiedades para prevenir la aparición de microorganismos al trabajar y cocinar sobre ellas. En concreto, éstos logran proteger especialmente su superficie y así ofrecer un nivel de higiene óptimo. Primero, granitos y cuarcitas reciben un tratamiento hidrofugante y oleofugante que evita cualquier porosidad.
A continuación, antes de salir de fábrica, estas piedras naturales son tratadas con el producto exclusivo de Naturamia® Protop industrial (certificado para el contacto con alimentos). Gracias a él, la capa más superficial de las encimeras adquiere una micropelícula que es una composición bactericida y bacteriostática.
Ya en casa, o en el restaurante, en el momento de colocarlas por un instalador lo aconsejable es que el profesional aplique de nuevo este producto en su versión doméstica. Y que cuide especialmente los puntos más vulnerables: extender sobre todos los cantos a la vista de la encimera, en el rebaje, la zona del fregadero, las uniones junto a las placas vitrocerámicas, etc.
4º – Una resistencia fácil de conservar
Un mantenimiento sencillo y específico es todo lo que precisan estas encimeras resistentes a las bacterias si queremos conservar su eficacia al milímetro. Solo hay que tratarlas periódicamente con un baño del producto exclusivo Protop en su modalidad doméstica.

Su misión es reafirmar estas superficies en las cocinas y de este modo continuar usándolas con las máximas garantías posibles de higiene. Levantina recomienda realizar esta tarea cada 12 meses como mínimo para garantizar dichas propiedades, pudiendo aumentar la frecuencia si se quiere un extra de protección y en función de la intensidad del uso de la encimera. El proceso tan solo consiste en pulverizar la encimera con Protop, extender el producto con un paño o papel apropiado, dejar que el baño protector actúe y se evapore y finalmente realizar una limpieza normal de la superficie al cabo de unas horas. Es la mejor garantía para continuar cocinando y trabajando con la efectividad de siempre.
5º – Limpieza sencilla para una vida útil larga

Higiénicas, saludables, naturales… En definitiva, las encimeras resistentes a las bacterias de Naturamia® son una solución diez en pro de nuestra salud cuando cocinamos en casa y cuando los grandes maestros de la gastronomía deciden confiar en ellas.
Ahora bien, ¿qué requisitos exigen cuándo toca limpiarlas? De nuevo estas piedras naturales vuelven a sorprendernos por lo fácil que nos lo ponen. Nada de productos químicos y agresivos. Agua tibia y jabón con PH neutro es una fórmula equilibrada perfecta para dejarlas limpias tras un uso cotidiano e intenso y cuidarlas al mismo tiempo, sin deteriorarlas ni estropearlas.
Recuperarán su belleza habitual sobre nuestro centro de operaciones en la cocina, o sobre las islas de trabajo con la tranquilidad de contar con un material que nos permite vivir en un entorno doméstico bastante más sano. Ahora te toca a ti cómo elegir la mejor encimera según el estilo de tu cocina.