El arte de preparar la mesa con platos fotogénicos
Las composiciones de comida triunfan en las reuniones gastronómicas de casa. Una vez montadas, sus imágenes arrasan en Instagram y otras redes sociales por la vistosidad de sus platos fotogénicos. Esta corriente foodie hace furor: preparar bodegones con un juego de luz, cromatismo y puesta en escena, que son un placer visual.

Un festín de colores
Celebrar cenas y comidas en casa a base de composiciones de alimentos presentados con un gusto exquisito es el no va más. Crear platos fotogénicos que parecen formar parte de auténticos reportajes del mundo de la decoración y la gastronomía es una nueva manera de sorprender a los invitados. Sin embargo, estos montajes no solo han sido pensados para despertar su admiración, además de ser deliciosos. También buscan triunfar en las redes sociales, sorprender con las tomas fotográficas que se les hace y su cuidadoso atrezo, digno del estilismo más profesional.
Cuando se trata de preparar reuniones informales estos platos fotogénicos suelen consistir en tablas de alimentos multicolores que son un festín al disponerlos en la mesa. Concebidos para picar y conversar a la vez, responden al nombre de food boards y admiten diversos ingredientes salados mezclados. Desde quesos a charcutería variada, acompañados de verduritas, crackers, fruta fresca de temporada, etc.

Pero no hay límites ni normas, así que también es posible crear food boards dulces, a base de caramelos y golosinas. A la hora de idear su presentación los más entendidos en la materia afirman que lo ideal es pensar en ellos como si se estuviera pintando un cuadro de lo más expresionista, introduciendo diferentes texturas y colores vivos. Unas tablas de madera, de diferentes formas y tamaños, son los soportes perfectos, como si fueran los lienzos sobre los que ir añadiendo pinceladas de color.
Ahora bien, estos platos fotogénicos precisan una preparación meticulosa y creativa. Para que luzcan una armonía casi perfecta es necesario trazar con sus ingredientes figuras o composiciones invisibles que generen cierto dinamismo. Una explosión de color y volúmenes que invita al deleite antes de comenzar a degustarlos.
Tácticas para vestir la mesa

Si el plan consiste en disfrutar de una cena alrededor de la mesa, crear un menú así implica una puesta en escena a la última en tendencias decorativas, donde los platos fotogénicos suelen ser recetas más elaboradas. Las cocinas contemporáneas pueden convertirse en el punto de encuentro de la reunión, y sus encimeras de piedra natural o porcelánicas ser maravillosas mesas improvisadas en las que presentar estos deliciosos bodegones culinarios. Dejar por completo a la vista la belleza de sus vetas, tonalidades y texturas, sin ninguna mantelería que las oculte.
O bien vestirlas de una forma casual, mediante caminos de mesa de lino, o individuales de fibras naturales. Son una excelente elección para dar forma a composiciones minimalistas, pulcras y elegantes. En estos bodegones lo ideal es que cada elemento y accesorio tenga un lugar adjudicado sin que se note y recargue el conjunto. Todo gira alrededor de esas recetas tan vistosas, platos fotogénicos que son las estrellas de la mesa.
El momento fotográfico

El broche final de estos platos fotogénicos llega cuando se decide inmortalizarlos mediante fotografías que evidencian lo vistosos que resultan, traducido en cientos de likes en las redes sociales. En estas imágenes se ensalza el encuadre completo y se procura fotografiarlas con luz natural cerca, con idea de obtener escenas más reales y auténticas. Y si es lateral mejor que mejor para dar textura a los alimentos y definir sus contornos.
Por último, el éxito alcanzado no sería el mismo si no se hicieran con el enfoque de moda en Instagram: a vista de pájaro o cenitales. ¿El objetivo? Lograr una perspectiva amplia de los alimentos y todo lo que les rodea, visualmente muy atractiva, inusual y más humana. Tal y como haría un fotógrafo experto en el mundo editorial de la gastronomía y la decoración.