La piedra natural conquista la decoración
Si hay un material que se revela como una auténtica revolución en el mundo del interiorismo y la decoración es la piedra natural. Su nuevo lenguaje, cien por cien actual, ha conquistado los espacios con total libertad y propuestas que emocionan. Arquitectos, diseñadores e interioristas han caído rendidos a sus cualidades para dar vida a superficies y muebles con un sentido de la belleza muy pura. La esencia de la elegancia.
Nuevos lugares por descubrir
Decorar con piedra natural está más de moda que nunca y por eso es posible contemplarla en cualquier estancia doméstica o interior de sello contemporáneo. Es fácil verla convertida en un revestimiento sublime o materializada en un mueble de líneas arquitectónicas. Desde hace tiempo su belleza innata y sus prestaciones técnicas son un reclamo indiscutible cuando se trata de diseñar baños y cocinas. Las paredes, suelos y, por supuesto, encimeras de dichos espacios son un territorio ideal donde este material versátil lo da todo, desde su potencial estético y riqueza cromática a su dureza y resistencia. Pero no el único.

La piedra natural ha seducido a otros ambientes de las viviendas actuales como un valioso recurso para configurar espacios más auténticos y de una ineludible fuerza visual. Salones, comedores y zonas de descanso se presentan como nuevos escenarios donde trasladar todas sus cualidades. Mármoles, granitos, pizarras… irrumpen en ellos ocupando un lugar protagonista. Sus vetas, texturas y tonalidades exóticas son sus bazas para generar atmósferas refinadas y cargadas de realismo. A veces como intensos murales llenos de vida que dan otra perspectiva decorativa a las paredes de estas habitaciones.
En otras ocasiones convertidos en modernos frentes de chimeneas, originales remates ornamentales o sobres de gran formato y colores sorprendentes. Son superficies fantásticas para combinar con piezas de diseño de una paleta cromática similar y rodear con materiales que añaden calidez, como la madera. La carta es un verdadero espectáculo: gamas rosáceas, rojas, verdes vegetales, amarillos, óxidos, negros volcánicos, e infinidad de tonos inspirados en la tierra y las rocas. El diálogo de la piedra natural con las decoraciones minimalistas y de aire cosmopolita es un éxito.
Muebles esculturales, el toque chic

La industria del mobiliario también se ha hecho eco de esta revolución decorativa que vive la piedra natural en el mundo del interiorismo, demostrando que encaja de manera brillante en los espacios domésticos como un material de hoy para muebles muy dispares. Los ejemplos más atrevidos consisten en diseños de líneas escultóricas, tipo monobloque, íntegramente realizados en mármoles de colores personales y sofisticados a más no poder. Impactantes mesas de centro de impecables formas geométricas, concebidas para ambientes de tertulia de techos altos y generosas dimensiones. O barras de corte minimalista para viviendas de espacios diáfanos que ponen un toque sofisticado al ambiente. Auténticas piezas chic que atraparán todo el protagonismo y que se vuelven aún más lujosas junto a tapicerías y complementos textiles que hablan su mismo lenguaje, y el terciopelo y las sedas lo hacen.

De forma similar, los muebles auxiliares se han fijado en los poderes seductores de la piedra natural y la han convertido en el material rey sin renunciar a diseños y acabados que son tendencia. Como las mesitas velador con bellas tapas de mármol blanquecino ideales para adaptar en pequeños rincones y aportar un toque chic y actual. No resultan nada pesadas ni parecen de otra época gracias a sus modernas bases, de hierro o acabados metalizados.
Maridajes envidiables
La piedra natural se lleva bien con los materiales, colores y acabados que actualmente marcan los cánones estéticos en el universo decorativo. Hoy en día pocos maridajes resultan más modernos y atractivos que aquellos donde se incorporan elementos de mármol o granito rodeados de matices y detalles a la última. Desde tapicerías en grises apagados a muebles en maderas oscuras, estructuras de hierro de estética industrial, y, por supuesto, el dorado en infinidad de versiones. Sobre bases de lámparas, en cuerpos de mesitas, e incluso en cuberterías y vajillas bañadas por este color rey que deslumbran aún más sobre individuales de mármol, cuarcita o granito. Minimalistas y elegantes, proponen un look exclusivo para las mesas de hoy.

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